Ich bin 63 Jahre alt. Ich möchte Ihnen erzählen, was wir als Kinder auf den Straßen der UdSSR gegessen haben. Es wächst überall, aber viele Menschen sind sich seiner Macht nicht bewusst.
Las cebollas silvestres crecían en las llanuras aluviales del río y eran mucho más sabrosas y dulces de lo habitual. Si lo encontrábamos, comíamos hasta saciarnos y lo llevábamos a casa para que mi madre lo añadiera a los pasteles. También comíamos acedera común, que también comíamos en abundancia. Mi alegría fue la solanácea. Había … Weiterlesen …